Si compras los ingredientes adecuados, puedes disfrutar excelentes platos sin dañar tu salud. ¡Aquí te explicamos cómo lograr una cocina sana y sabrosas, de manera rápida, simple y muy pero muy económica!:
Haz una lista: nada peor que ir al supermercado sin saber que comprar. Por ese motivo, SIEMPRE arma una lista con aquello que “realmente” necesitas, de esta manera conseguirás una dieta más equilibrada, ahorrando tiempo, esfuerzo y dinero (¡es fácil tentarse con productos que son deliciosos pero arruinan la dieta como el chocolate o las gaseosas).
Sugerencia: coloca en tu cocina una libreta donde puedas ir registrando todos aquellos productos que te hacen falta, así no te encontrarás, un día crítico, sin ese ingrediente fundamental al alcance de la mano (“¡No compré sal! Ahhhh”).
Evita las tentaciones para lograr una cocina sana: como señalábamos en el punto anterior, es muy común, al visitar una tienda o supermercado, comprar productos innecesarios y malos para la salud.
Sugerencia: mantente fiel a la lista que armaste antes de salir de tu casa, eso te permitirá comprar solo aquello que necesitas y redundará en múltiples beneficios tanto para tu salud como para tu bolsillo. (Las estadísticas demuestran que gran parte de las compras realizadas incluyen ítems innecesarios, ricos en grasas y perjudiciales para mantenerse en forma como las golosinas y las bebidas alcohólicas).
No te dejes engañar: la falta de tiempo, con toda seguridad, muchas veces te jugó en contra, haciendo que realizaras tus compras sin prestar la debida atención a las etiquetas de los productos adquiridos. No vuelvas a cometer ese fatal error: revisa las fechas de vencimiento cuidadosamente.
Sugerencia: tampoco olvides chequear la información referente a los porcentajes de grasas y calorías, tal vez ese producto que quieres comprar arruine la dieta que tan escrupulosamente realizas desde hace semanas (o meses).
Apuesta por lo fresco: la comida enlatada se ve bien y dura más pero su sabor es infinitamente inferior al de los productos naturales y frescos.
Sugerencia: cada supermercado cuenta con una sección donde puedes comprar esta clase de ingredientes, pregúntale a los empleados: con toda seguridad, muchas veces pasaste por allí y, con el apuro, no te detuviste. ¡Es hora que lo hagas!
Revisa, revisa y revisa: “el ojo del amo engorda el ganado”, dice un dicho popular, por ese motivo, al realizar tus compras, tomate cinco minutos más y revisa cuidadosamente cada ingrediente: en el caso de las frutas y verduras, es fundamental chequear su color y aroma, para ver que sean productos de calidad, comercializados en tiempo y forma; en el caso de la carne, debe ser firme y húmeda.
Sugerencia: es fundamental que protejas los alimentos para evitar problemas de regreso a casa: si tienes, por ejemplo, bananas, ponlas arriba de la bolsa, para que no lleguen golpeadas a la heladera. Lo mismo con uvas, tomates, naranjas o huevos…
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