A menudo aparecen patologías en los ojos, ya sea por fatiga o cansancio, o por algún tipo de infección. En este sentido, cuando los ojos están irritados, rojos, llorosos y pegajosos por exceso de legañas, lo más habitual es que se trate de una conjuntivitis, aunque dentro de esta hay diferentes tipos, como se verá a lo largo de este artículo, y que es importante conocer para tratar de la forma más eficaz posible.

La conjuntivitis es uno de los motivos de consulta más habituales que se recibe en atención primaria relacionada  con los problemas oculares. Es importante conocer de qué se trata, los diferentes casos que existen (vírica, alérgica, bacteriana…), sus diferencias y los principios del tratamiento.

¿Qué es la conjuntivitis?

La conjuntivitis se define como una inflamación de la conjuntiva, que no es otra cosa que la piel transparente que recubre al ojo. Este es el motivo por el que cuando esta piel se inflama, el afectado se levanta cada mañana sufriendo un enrojecimiento ocular.

Esta membrana fina está protegida por las lágrimas, que limpian el ojo eliminando gérmenes y otros agentes externos. No obstante, a veces esta protección no es suficiente y es cuando aparece la conjuntivitis. Los rasgos más característicos cuando se sufre esta patología son el ojo rojo, el lagrimeo y la aparición de un exceso de secreciones, conocidas popularmente como legañas.

Aunque en la gran mayoría de los casos la conjuntivitis no es grave y no acaba afectando a la salud visual, es cierto que en ciertos tipos, sin el tratamiento adecuado, puede llegar a afectar a la córnea y, por tanto, a la visión.

Existen diferentes causas que provocan la conjuntivitis: un proceso infeccioso (conjuntivitis vírica o bacteriana), una alergia (conjuntivitis alérgica), una intolerancia a las lentillas (conjuntivitis por lentes de contacto), entre otras. A continuación, se explican las principales características de cada una de ellas para saber distinguirlas y actuar en consecuencia.

1.  Conjuntivitis vírica

Los pacientes que padecen este tipo de conjuntivitis, habitualmente, se levantan con un ojo rojo y con las pestañas pegadas al despertar por la mañana debido a la formación de legañas. Entre las molestias añadidas que pueden aparecer destaca la inflamación del párpado, molestias, dolor… Se trata de una afección ocular altamente contagiosa, por lo que es importante evitar frotarse el ojo o compartir toallas, pues es bastante común que miembros de la misma familia acaben contagiados.

El origen suele estar en un virus y su duración varía normalmente entre 1 y 3 semanas. Se recomienda una correcta higiene, lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse el ojo y realizar lavados con suero fisiológico para retirar las legañas que se forman.

2.  Conjuntivitis bacteriana

En el caso de la conjuntivitis bacteriana, los pacientes también se levantan con el ojo rojo y con legañas, que suelen ser de un color más verdoso o amarillento que las que se producen por contagio vírico. En este caso sí que es realmente importante tratarlas de forma correcta para que no terminen por dañar la córnea. El tratamiento consiste en colirios y pomadas antibióticas recetadas por un oftalmólogo, que variarán en función de la bacteria responsable de la patología.

3.  Conjuntivitis alérgica

Con la conjuntivitis alérgica, los afectados también se levantan con el ojo rojo y legañas, pero el síntoma que predomina habitualmente es el picor o ardor de los ojos. Se pueden usar gotas lubricantes para aliviar esa sensación, aplicar compresas frías, aunque, de forma general, suele tratarse con antihistamínicos o corticoides.

4.  Conjuntivitis por lentes de contacto

Por último, hay algunos usuarios de lentillas que desarrollan como una especie de intolerancia a las lentes de contacto, por lo que notan muchas molestias cuando las usan. La causa es el desarrollo de unas papilas debajo del párpado, como unos pequeños bultitos que rozan con las lentillas y generan molestias.

En este caso, hay que detener de inmediato el uso de las lentillas y acudir al oftalmólogo para recibir sus indicaciones y solucionar el problema. Normalmente, se tratan con corticoides y otros colirios antiinflamatorios.

Tal y como se puede apreciar a lo largo de este artículo, existen diversos tipos de conjuntivitis, que cuentan con algunos síntomas comunes y otros diferentes. Es importante reconocerlos para tratarlos adecuadamente, pero como normal general se recomienda no frotarse los ojos, extremar las medidas de higiene, no usar lentillas y acudir al oftalmólogo para que indique qué pautas seguir para su correcto tratamiento y solución sin consecuencias ni efectos secundarios.

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