Las vitaminas son micronutrientes que al igual que los minerales no tienen valor energético, pero sí son necesarias para el buen funcionamiento del organismo. El cuerpo las requiere para desarrollarse y crecer con normalidad.

Se deben consumir a diario en cantidad suficiente pues de lo contrario pueden presentarse enfermedades carenciales y diferentes trastornos de salud.

Según la Fundación Española de Nutrición, FEN, las vitaminas regulan el metabolismo humano y contribuyen a la transformación de los alimentos en energía.

Cómo se clasifican las vitaminas

Por sus propiedades físico-químicas se clasifican en:

Liposolubles: son solubles en grasa o aceites y se encuentran en las grasas de los alimentos como lácteos, carnes, vegetales de hoja verde, aceite de hígado de bacalao, aceites de semillas y frutos, germen de cereales, entre otros. Son absorbidas en el intestino delgado junto a la grasa. Las liposolubles son las A, D, E, K.

Hidrosolubles (vitaminas del grupo B y la vitamina C): se disuelven en agua. Están presentes en verduras, hortalizas, huevos, lácteos, frutas, carnes, cereales, legumbres, etc. No se almacenan en el organismo (excepto B12) y son excretadas por la orina.

Cuáles vitaminas se deben consumir a diario

Vitamina A

La vitamina A preformada se halla en alimentos de origen animal como pescado graso, hígado, aves de corral, carne y productos lácteos. La provitamina A, otra clase de vitamina A, está en alimentos de origen vegetal como verduras y frutas como zanahorias, tomates, vegetales de hoja verde, albaricoques y melocotones.

La vitamina A es vital para la salud de la piel, la visión, es antioxidante, fundamental en la reproducción, en el crecimiento y en la formación y mantenimiento de dientes, tejidos óseos y blandos y membranas mucosas.

Vitamina D

Ayuda a la formación y mantenimiento de dientes y huesos y contribuye para que el cuerpo pueda absorber el fósforo y el calcio. La deficiencia de vitamina D puede ocasionar osteoporosis o raquitismo y es muy importante para el sistema nervioso, muscular e inmunitario.

Se obtiene a través de la exposición al sol a través de la piel, con dieta o con suplementos. Entre los alimentos más ricos en vitamina D están los pescados grasos, el pescado de agua salada, las yemas de los huevos, el hígado y los lácteos enteros. Algunas leches y cereales disponibles en el mercado están enriquecidos con vitamina D.

Vitamina E

Es antioxidante con un papel protagónico en los procesos del sistema inmunitario y metabólico. Se encuentra en la margarina, aceites vegetales, frutos secos, yemas de huevo, verduras de hojas y germen de los cereales. Su carencia puede hacer que la persona sufra de fibrosis quística, trastornos hepáticos y la enfermedad de Crohn.

Vitamina B1

La misma tiamina, ayuda al metabolismo energético y la función nerviosa. Está en cereales, frutos secos, carnes de cerdo y legumbres.

Vitamina B2

Riboflavina también ayuda al metabolismo energético, salud de piel y de ojos. Está en los vegetales de hoja verde, carne, huevos y lácteos.

Vitamina B3

Niacina, para el metabolismo energético. Se encuentra en el pan, patatas y carnes.

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