La depresión es una de las enfermedades que más afectan a la población actualmente, sobre todo a los adolescentes.  Investigaciones adelantadas en el University College de Londres (Reino Unido) demuestran que existe una evidente asociación entre el riesgo de depresión en los adolescentes y el nivel de actividad física que realizan.

Los resultados fueron informados a través de la revista The Lancet Psychiatry en los cuales se sugiere que los adolescentes activos pueden presentar menos síntomas de depresión, frente a sus pares que no hacen actividad física.

Los hallazgos también determinaron que si un adolescente es inactivo en esta edad, cuando cumpla los 18 años tiene un gran riesgo de depresión. La actividad física suave o moderada es muy positiva no sólo para el cuerpo, sino también para la mente. Y de esta forma, se puede evitar la depresión en los adolescentes.

Detalles de la investigación sobre la actividad física y la depresión en los adolescentes

El estudio se hizo luego de analizar los datos de 4.257 participantes inscritos que tenían edades entre los 12, 14 y 16 años durante los años 90. La información incluía datos sobre la actividad física de los adolescentes que se registraban con acelerómetros que ellos usaban durante un mínimo de 3 días (al menos 10 horas).

Con estos acelerómetros los científicos pudieron verificar si los niños habían realizado durante la investigación actividades física intensas, moderadas o suaves o si no habían realizado ningún ejercicio.  Una actividad ligera fue caminar y una más fuerte fue montar bicicleta o correr.

Otros síntomas

Mediante cuestionarios especializados también se detectaron otros síntomas de depresión en los adolescentes, como la pérdida por el gusto a actividades que antes disfrutaban, desánimo y apatía.

También concluyeron que por cada 60 minutos adicionales de sedentarismo diario entre los adolescentes entre los 12, 14 y 16 años, aumentaban los puntajes de depresión de los chicos al cumplir los 18 años. Los aumentos fueron de 11.1%, 8.0% y 10.5%, respectivamente.

Caso contrario sucedía cuando los participantes hacían una hora adicional diaria de ejercicio a los 12, 14 y 16 años. Cuando llegaban a los 18 años presentaban puntajes de depresión más bajos. Los descensos fueron de 9.6%, 7.8% y 11.1%, respectivamente.

Las principales conclusiones sobre la relación entre la actividad física y la depresión en los adolescentes

  • La investigación determinó que cualquier actividad física ya sea intensa o suave es buena para la salud mental del individuo. Todo ejercicio que reduzca el tiempo que la persona esté sentada es positivo para su salud.
  • También afirma que es preocupante el panorama, pues durante los últimos años sigue en aumento la cantidad de tiempo que los adolescentes pasan sin actividad física y tampoco la ciencia se ha interesado por investigar cómo este comportamiento afecta la salud mental.
  • Desde todas las disciplinas se debe motivar a las personas de cualquier edad a sentarse menos y a hacer más actividad.
  • Se logró evidenciar que la actividad ligera podría ser útil ya que no demanda mayor esfuerzo. Además, es fácil de incorporar a los hábitos diarios que realizan la mayor parte de los jóvenes. Lo ideal sería que en las escuelas se incluya como clase permanente la actividad ligera de los alumnos. Estos cambios harían que las personas pudieran ser menos sedentarias.

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