¡Cambiar los ambientes del hogar es realmente muy simple!

¡Renueva los azulejos!: realizar un cambio total en los azulejos requiere un gasto considerable por eso, lo mejor es optar por una solución más simple y directa: limpiarlos y luego aplicarles un esmalte: en la actualidad existen infinidad de colores y tonos, así que puedes escoger el más adecuado a tus necesidades (o los gustos de tu pareja).

Dale vida al lugar: no dejes que una de las estancias más visitadas de la casa se vea gris, triste y desolada, para evitarlo coloca fotos familiares en las paredes, consigue cuadros con escenas de hermosos paisajes y, por supuesto, no olvides un bonito, colorido y pequeño pizarrón donde puedes anotar desde la lista de compras del próximo viernes hasta la receta de la torta que tienes pensado preparar.

¡Ilumina!: cambia las cortinas pesadas y grises por diseños más modernos, alegres y livianos que permitan entrar la luz del sol durante el día y aseguren una correcta ventilación por la noche.

Aplica las nuevas tendencias: alfombras y toallas son elementos que se pueden comprar por una pequeñísima cantidad de dinero y te garantizan un cambio completo en el aspecto de tu baño, solo debes elegir colores y diseños muchos más vivos que los tradicionales (y aburridos) rojo, negro y blanco. ¿Por qué no probar con el naranja? ¿O un violeta?

Suma luz: no te conformes solo con la luz del techo, coloca fuentes adicionales que ayuden a realizar mejor tareas como afeitarse, maquillarse o bañarse.

No desperdicies ni un centímetro: elimina cualquier elemento que solo aporte confusión, de esa manera lograrás más espacio para poder moverte con comodidad, algo fundamental, por ejemplo, luego de bañarte.

Cambia los muebles del lugar: si no puedes permitirte comprar mobiliario nuevo apuesta por algo más sencillo: cambiar su ubicación. Verás que todo el mundo se sorprenderá al entrar al living y encontrarse, de repente, con una perspectiva completamente diferente a la que conocen desde hace años.

¡No vivas en el pasado!: las imágenes de tus abuelos y padres pueden ser excelentes para la hora de la nostalgia pero la realidad es que las fotos en blanco y negro resultan agobiantes para los visitantes, por ese motivo, sustitúyelas por imágenes recientes de tus últimos viajes o triunfos profesionales.

Dale nueva vida a los muebles: como dijimos antes, no es necesario gastar mucho dinero para renovar una estancia, solo usar la inteligencia: puedes renovar ese viejo sillón que tanto te gusta cambiándole el paño que lo recubre y recuperar las tradicionales sillas de madera heredadas de tus suegros con una buena capa de barniz.

Combina, combina y combina: no sigas las tendencias que estaban de moda en la época de tus padres, ¡aprovecha la inmensa oferta que existe hoy en telas y diseños y atrévete a combinar cubrecamas, alfombras y cortinas de diferentes texturas, colores y tamaños! ¡En la variedad está el gusto!

Vuelve a lo natural: las plantas permiten renovar el aire de la habitación más íntima de tu hogar y, además, suman un toque de color y alegría a un costo realmente mínimo.

Se ordenado: al igual que sucede con el baño, en el dormitorio deben evitarse los elementos superfluos que solo sirven para sumar confusión (y tropezarse con ellos por las noches). Deja
solo lo fundamental y así ganarás espacio y tranquilidad.